Desde que era pequeña cuando veía una peli en la cual se hacía esgrima, siempre me atraía y decía "me encantaría practicarlo". Un día comenté esto en el trabajo y me dijo una compañera, pues estás de suerte, yo pertenezco al Club de Esgrima Mayorga de Plasencia, vente a vernos a ver si te gusta. Para allá que me fui, y el primer día quedé impresionada de lo mucho que me gustó. Práctico esgrima por lo que me aporta ejercicio, disciplina, tolerancia y lo más importante de todo es el compañerismo que hay entre nosotros. Como uno enseña a otro algo que no le sale bien o le cuesta más trabajo aprender.

En definitiva disfrutamos de un deporte que nos encanta.

Rocío